En el texto nos presentan la situación de inhabitabilidad ocurrida en Oporto tras una intensa turistificación que en un principio buscaba sacar a la ciudad del declive, convirtiéndola en una ciudad dinámica que basa su total economía en el sector terciario y de servicios.

Personalmente, me ha sorprendido que el turismo pudiese ser tan perjudicial para una ciudad puesto que desde el punto de vista de un turista, lo único que parece que hacemos es gastar y beneficiar económicamente al lugar, cuando realmente no es así. Ahora entiendo que si una ciudad puede aprovechar de alguna forma su atractivo turístico debemos ser conscientes de que no hay que darle más importancia a los turistas que a los habitantes del lugar, que son quienes realmente dan carácter a los espacios y los que día a día constituyen la parte activa y de desarrollo. De otra forma conseguiremos poco a poco espacios irreales creados específicamente para atraer a los turistas, pocos lazos estables de comunidad y efectos tan perjudiciales para los habitantes y la ciudad como los ocurridos en Oporto y Venecia, que llegan a matar su identidad e incluso que la ciudad se degrade y abandone todas las posibilidades de reconversión futuras. También creo que no todo es una cuestión administrativa y de acciones que tome la ciudad, sino que nosotros como visitantes tenemos que darnos cuenta de que actuando de ciertas formas podemos llegar a perjudicar los lugares a los que viajamos.

La solución se encuentra en otro tipo de acciones que no basen la economía de la ciudad exclusivamente en los servicios y, en el caso del turismo, que se tenga en cuenta el beneficio mutuo del habitante-visitante, en lo que ciertas actuaciones podrían suponer a largo plazo y en que hay diferentes formatos posibles.

Imagen: Episodio 14 de la temporada 20 de Los Simpsons en el que la familia viaja a la ciudad ficticia de Dunkilderry (Irlanda) y la turistificación y globalización han acabado con la identidad y costumbres tradicionales del lugar.