En este texto Rem Koolhas nos da un toque de atención provocándonos para que nos demos cuenta de distintos hechos relacionados con el urbanismo, transmitiéndonos primeramente que el rápido crecimiento demográfico global ha dejado obsoletos la mayoría de los proyectos urbanísticos en desarrollo, lo cual nos debería de hacer abandonar los valores arquitectónicos tradicionales.

Su punto de vista sobre que no podemos controlar y planificar la ciudad me parece muy acertado, ya que personalmente opino que la ciudad es una estructura que modificamos a lo largo del tiempo y que depende de muchos factores que no podemos prever, y como es comprensible, no todas las soluciones que propongamos servirán para dentro de diez, veinte o cincuenta años. Es decir, la ciudad es un reflejo de la necesidad presente y la capacidad presente. Por esto mismo no podemos seguir anclados a modelos idealizados de ciudades que se realizaron en el pasado, debemos de buscar la opción que nos aporte la máxima calidad de vida posible como principal objetivo, acorde a nuestras circunstancias actuales y futuras, y crear un nuevo régimen de valores que nos haga cambiar nuestra percepción del futuro desarrollo de las urbes (que a partir de ahora se basará en la organización). En resumen, renacer. Debemos comprender la diversidad, la cantidad de necesidades a las que nos enfrentamos, el entorno cambiante, y conforme a eso pensar en la ciudad a través de un desarrollo progresivo. Creo que debemos permitir que este desarrollo se haga de forma natural, sin órdenes (a no ser que sea estrictamente necesario), que la progresión de las ciudades se base en la orientación. Kevin Lynch lo menciona también en un fragmento del texto “El arte de planificar el sitio”: “la auténtica cuestión no es plantear si los sitios deben ser o no planificados, sino en qué grado y medida deben serlo”.

Por otra parte, también creo que realmente la sociedad está controlada totalmente por gobiernos y empresas con intereses diversos y desarrollar el urbanismo tal y como se plantea anteriormente, es un hecho imposible. Influye más la economía y el poder que el desarrollo de ideas y buenos espacios habitables que nos beneficien a todos. Por tanto, no podemos prosperar si ninguno de nosotros tenemos un control de nuestra propia vida y acciones.

Imagen: Episodio 12 de la temporada 11 de Los Simpsons en el que una gran cantidad de bacterias intenta acceder por una misma puerta (espacio reducido) al interior del Sr. Burns pero no caben por no organizarse correctamente.