Eduardo Herrena, nos intenta trasmitir en esta plática una idea de calle completamente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. El espacio público por excelencia es sin duda la calle, en ella tienen lugar multitud de acontecimientos y por tanto tienen un diseño urbano característico. Las calles están reguladas según señales para garantizar el buen funcionamiento en relación vehículo-peatón, pero estas estropean dichos espacios y obliga al usuario a dichos actos haciendo que  tome menos responsabilidades.

Para crear estos espacios núcleos de relaciones entre personas y no tanto pensados para el automóvil, surge la idea de “calles compartidas”.

Se lleva a cabo un escenario donde converge el automóvil y los usos urbanos, no se segregan los espacios y existen las señales limitadoras, todo es para todo. Existe un mobiliario público adecuado y se crea un nivel de riesgo que garantiza el respecto por tanto del vehículo y el peatón (reduciendo la tasa de accidentes viales)

Por tanto su finalidad lleva a reducir las velocidades y el punto que más importancia le he dado: la de crear mejores relaciones entre los ciudadanos, encontrarnos y tener un mayor contacto. “Crear momentos es crear lugares”.