Proyecto: Urban Games 2017
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Con este título nos explica Christopher Alexander que el diseño urbano no puede originarse en un simple proceso de decisiones sucesivas que se bifurcan como ramas; la ciudad es un semirretículo y ese término matemático significa que la forma urbana proviene de un tejido enredado de elecciones y azares. La ciudad es esa maravillosa y compleja aleatoriedad entre entidades que se superponen y forman subconjuntos, familias, unidades.
El autor hace una acertada diferencia dos tipos de ciudades, la natural (Siena, Liverpool, Kyoto o Manhattan) y la artificia l(Levittown o Chandigarph). Opino como él, en que debemos apostar por la primera, aquella que se levanta más o menos espontáneamente por medio de un proceso de crecimiento y cambio a lo largo de muchos años; y huir de la segunda, carente de esencia y vida, como «la cualidad», previa y deliberadamente creada por planificadores, además de mostrar una fijación por copiar las características del pasado llegando a ser excesivamente planeadas y zonificadas, monótonas y vacías de un principio ordenador que en conjunto, destruye las interrelaciones naturales.
Me resulta muy llamativa la paradoja en la que cae nuestro autor: niega el árbol informático y en su negación supone la afirmación del árbol biológico. Entiendo que la ciudad es un árbol cuando sus procesos de crecimiento tienen el vigor y la fragilidad de lo vivo, y sus alteraciones artificiosas de podas o injertos deben hacerse con el conocimiento y la cautela del jardinero. Muchas veces nos enfrentamos a la caudalosa mutación y metástasis de las metrópolis, nos aferramos a las certidumbres lentas y vegetales, y nos mostramos reacios emocionalmente cuando el bisturí del urbanista se acerca al corazón frondoso y umbrío de la ciudad. Pero desde mi punto de vista el fracaso de la ciudad moderna, no debe achacarse solo a la reacción de la gente ante los cambios por su arraigo al pasado, sino que hay que hacer una crítica constructiva de la misma para encontrar los errores en su diseño para mejorarla. Para avanzar es necesario reconocer errores y corregirlos.
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