En este artículo, Rosa Barba nos describe la importancia que tienen los ejes a la hora de estructurar la ciudad. En mi opinión, la idea de geometrizar la estructura de la ciudad no me convence, debido a que en parte, es así como llegamos a tener una ciudad árbol (comentada en textos anteriores). Sin embargo, si es cierto que ese urbanismo geométrico regular también tiene cosas buenas, ya que, queramos o no, toda ciudad tiene que tener una base, y debemos de usar esta geometría para crearla.

En un momento del texto, la autora nos habla sobre dos tipos de ensanches: un ensache rígido (París de Hausmann) y un ensanche fluido que sortea os obstáculos que se encuentra en su camino (Regent Street). Yo soy partidario de un eje más articulado como Regent Street, ya que de ese modo, conseguimos establecer un eje, respetando la ciudad preexistente.

Por otra parte, la autora nos dice: ''el miedo a los riesgos y a las críticas no nos deberían frenar al utilizar nuevas herramientas y métodos''. Esta frase está dirigida tanto a los alumnos como a los profesores, y es un tema difícil de tratar. Desde pequeños, muchas veces se regañan a los niños por hacer algo mal, y esa no es la actitud, ya que errar es algo común y habitual, el error debe de verse como un proceso positivo dentro del propio aprendizaje del alumno. Como dice Ken Robinson: ''si no estás preparado para equivocarte, nunca llegarás a nada original''. (Recomiendo ver la charla de Ken Robinson: ''Do Schools Kill Creavity?).

Rosa Barba también nos define la calle, como un espacio de relaciones, y estoy totalmente de acuerdo con esa definición. Sin embargo, he de decir que cada vez, la calle es un lugar de tránsito y menos un lugar para habitar, para relacionarse, sobre todo en las grandes metrópolis. Por eso me gusta tanto Granada, esa pequeña ciudad donde la calle tiene un lugar especial, donde aún la gente vive en ella, disfruta de ella. Solo espero que pueda seguir diciendo esto muchos años más.

Rubén Toledo Freire