Con este texto, Ascher pretende establecer unas bases de lo que denominará "neourbanismo". Este neourbanismo acoge distintos ámbitos de los planteados en épocas posteriores, trata de definirse a partir del conocimiento, la experiencia y la democracia.

Con esto, pretende darle importancia al desarrollo de las ciudades, no sólo mediante la imposición de un trazado de vías y de la repetición de manzanas y bloques iguales. Sino que el urbanismo debe ser algo complejo que acoja multitud de ramas (desde las políticas hasta las culturales), las cuales deben ser capaces de enriquecer una ciudad y hacerla crecer constantemente, dotarlas de cierto interés. Un urbanismo reflexivo, participativo, flexible, heterogéneo… son algunos de los términos que utiliza para describir el neourbanismo.

Desde mi punto de vista, una ciudad no puede crearse únicamente trazando un plano y atendiendo a normativas urbanísticas. Una ciudad es un sistema muy complejo que entrelaza a multitud de personas, de sensaciones y de sensaciones. Si olvidamos por un sólo momento cualquier objeto de este conjunto, la ciudad perdería toda su riqueza, y vivirla sería demasiado rutinario. Al fin y al cabo, ¿que quedaría de las ciudades si no fueran un conglomerado de experiencias?