Estudiando la ciudad observamos como el cruce de estas tres vías principales generan espacios singulares y como a gran escala se relacionan entre sí mediante edificios históricos, religiosos y transporte público.

Cuando nos encontramos frente a un espacio singular localizamos con gran facilidad esas fachadas y esquinas interesantes.

Observando el plano vemos como una de las plazas genera un lugar intecionado. Ésta, que se encuentra retranqueada respecto a la vía principal, nos incita a desviar la mirada y rompe la linealidad de la vía.

En este plano diferenciamos los equipamientos (ayuntamiento, parlamento, museos y mercado central) de los usos colectivos (vías rodadas, zonas peatonales y plazas). 

En él observamos como  las encrucijadas y proximidades de vías de comunicación, ya sean ferroviarias o por carretera, son el origen del asentamiento y desarrollo  de los núcleos comerciales y zonas administrativas.

El metro suele ser la manera más rápida y cómoda de desplazarse por las grandes ciudades. Sin embargo, en el caso de Atenas, es también una ocasión perfecta para viajar en el tiempo debido a los hallazgos encontrados en algunas de sus estaciones.

Por ello, nuestra propuesta consiste en dejar al descubierto esta historia escondida creando una sucesión de ventanas que conecten  los espacios singulares estudiados anteriormente.