Observamos que la configuración de la ciudad se establece en relación a un eje principal, el rio sin duda, marca una pauta de ordenamiento, los paseos no son excepción a lo anterior, de tal forma que la vivienda y los accesos a las mismas se plantean en paralelo al eje.

En cuanto a los espacios de carácter público, observamos una gran negación hacia el mismo significado de la palabra “publico” pues las áreas ajardinadas o de recreación en su mayoría se encuentran bardeadas, dejando un solo acceso, que además no se encuentra en las avenidas principales.

La propuesta se centra bajo la idea de rescatar las acequias de la ciudad, principalmente la acequia del Cadí, está en sus orígenes era el canal de las aguas de la Antequeruela y los campos altos del realejo, por lo que consideramos que forma parte fundamental de la esencia de esta ventana de la ciudad. La importancia del agua con respecto a su historia y su función, permiten generar una serie de senderos que permitan a los habitantes disfrutar de las vistas que la topografía brinda, así como de volver a sentir y escuchar el agua por medio de fuentes. En concreto, la propuesta es realizar un camino que provea a los habitantes de un punto de reunión, no solo como interacción interpersonal, sino también con su pasado y la historia del lugar en la que habitan.