Todos los días, desde las siete de la mañana, podemos encontrar a gente durante su paseo matutino.  Son estos espacios públicos que han representado una escapatoria para esas personas que a causa de la pandemia y el confinamiento han tenido que llevar un estilo de vida sedentario las 24 horas del día, todos los días de la semana. Es en este periodo de pandemia que atribuimos un valor diferente a estos espacios. Antes la mayor parte ya encontraba en ellos un espacio para el ocio, para relacionarse, para hacer ejercicios, ecc. Ahora nos queda claro también lo que numerosos estudios han demostrado, es decir que la presencia de vegetación y las visitas a espacios verdes nos reducen el estrés y favorecen la restauración del cerebro y, en consecuencia, mejorar la salud mental que se ha puesto en juego en estos días de reclusión.

Lamentablemente, en muchas ciudades se ve a menudo una escasez de espacios verdes como parques, árboles o bosques. Pero es ahora más que nunca que lo necesitamos ya que también grandes espacios verdes nos garantizan un menor riesgo de contagio Covid. En ellos se puede mantener un distanciamiento físico y contemporáneamente estar al aire libre.

El urbanismo pos-COVID tendrá ese gran reto que es el de convertir nuestras ciudades en ciudades más saludables. Mejorando la calidad de los espacios públicos y zonas verdes, invirtiendo y apostando en ellos. Pero sobre todo impulsando proyectos que pongan el foco en las personas y en la naturaleza.

AVENIDA JOAQUINA EGUARAS: