En este artículo, el autor trata de contarnos desde la más simple hasta las más minuciosa definición de la calle. La calle es un contenedor de acciones, edificaciones, movimientos y circulaciones, sensaciones, y muchas más cosas de las que no somos conscientes hasta que no paramos y observamos.

En general, somos unos espectadores con una observación muy vaga de lo que pasa a nuestro alrededor, tanto que no sabemos a veces como funcionan las calles. Si observáramos en lugar de mirar, si escucháramos en lugar de oir…, podríamos apreciar muchos detalles como por ejemplo los diferentes pavimentos de las calles y su funcionamiento, o como se plantan los árboles para proporcionar sombra en verano. Todo eso y más ocurre en las calles pero, somos totalmente ignorantes de ello. Es por eso por lo que el autor nos invita a sentarnos y reflexionar hasta el más mínimo detalle de lo que podemos percibir en una calle.

Considero importante que los arquitectos y urbanistas del futuro aprendan a observar de esta manera, ya que con un simple detalle puedes definir el concepto de un proyecto o encaminar el proyecto en base al funcionamiento de algo.

 En definitiva, George quiere decirnos que no somos conscientes de lo que realmente pasa en las calles de las ciudades y que debemos de prestar más atención a lo que ocurre a nuestro alrededor, siempre pasando por un filtro todo lo que percibimos.