La formación del arquitecto está destinada a la creación de espacios tanto públicos como privados que cuenten con una serie de aspectos como pueden ser relación con el entorno, belleza, que provoquen sensaciones, etc. destinados a personas, de ahí que sea el profesional más adecuado para llevar a cabo el urbanismo en una ciudad.

Para conseguir todos esos aspectos el arquitecto en la ciudad de ahora podría llevar a cabo un trazado que permitiese el mejor reparto posible de los servicios públicos, que evitase los recorridos laberínticos que hay presentes en muchas ciudades antiguas, que dispusiese de suficientes zonas verdes que permitiesen la oxigenación del ambiente evitando así un ambiente denso y saturado a causa de la contaminación, además de permitir un mayor contacto de las personas con el medio ambiente y propiciar en éstas las actividades al aire libre así como una mayor interacción entre las mismas.

Además de todo lo anterior, la disposición de suficientes vías de circulación que permitan el desplazamiento de los individuos a todos los puntos de la ciudad con diferentes medios de transporte incluyendo entre éstos las bicicletas, ya que a pesar de que actualmente en muchas ciudades están presentes los carriles bici pero éstos sólo permiten recorridos restringidos.

La creación de espacios públicos tales como plazas, parques, etc.  que permitan la reunión de los individuos así como un lugar donde poder descansar, relajarse, o realizar cualquier tipo de actividad con las suficientes comodidades, además de intentar conseguir que sean espacios bellos y que creen unas sensaciones determinadas en los ciudadanos, convirtiéndolos así en espacios únicos.