La arquitectura es espacio, no se limita tan solo al conjunto de edificios. Es tanto el espacio privado como el público, que conforma la ciudad. Podríamos definir el Urbanismo como Arquitectura a una escala mayor.

La situación actual de expansión hace que nos planteemos que se ha caído en un error, o mejor dicho, que el arquitecto ha caído en el error. Hemos ocupado todo el territorio y se ha agotado, por lo que el arquitecto debe transformar lo construido y cambiarlo para darle un nuevo valor.

La visión del arquitecto aislado no es la única válida para el urbanismo. Debe impregnarse de las ideas de los habitantes, de otros expertos paisajistas, urbanistas sociólogos, psicólogos, para que el resultado sea el mejor para la ciudad. Por ello, el conocimiento sobre la cultura y la gente, la adaptación al terreno, la síntesis con el lugar no deben perderse nunca de vista y deben ser fundamentales para el proyecto urbanístico.

Es necesario una cabeza que organice las ideas y las opiniones para darle forma al proyecto. Por tanto, la figura del arquitecto en la ciudad es imprescindible.