En el debate de la anterior clase, fueron planteadas una serie de cuestiones tras la lectura comprensiva y reflexiva del artículo de Rem Koolhaas sobre el Urbanismo. 

Un escrito que no nos dejó indiferente a ninguno de los alumnos, pues todas y cada una de sus frases exponían ideas que, aún siendo algunas conocidas, nadie se atreve a admitir.

Koolhaas hablaba del miedo a enfrentarse a la realidad, del excesivo encorsetamiento de los procesos proyectuales en urbanismo. Miedo a cambiar la ejecución, quizás por no querer reconocer que todo ha cambiado.

El hombre contemporáneo -que no moderno- se ha adaptado a un estilo de vida totalmente revolucionario: nuevas tecnologías, globalización, transportes, rapidez, desayunar mientras andas por la calle en un vaso de Starbucks, formas distintas de cocinar, modelos familiares totalmente variopintos, aumento de la población anciana... Pero el soporte de todo ese cambio, sigue siendo el mismo. Y no evoluciona.

Porque puede que ya no nos sirvan las Siedlungen, que los espacios públicos no sean adecuados para la sociedad contemporánea, que existan lugares que favorezcan aspectos negativos en la actualidad, aunque antes funcionaran. También puede ser que ahora no necesitemos viviendas producidas como objetos en serie, colocadas de manera indiferente tanto en montaña como en playa. Y además, puede que tengamos la magnífica virtud y responsabilidad de cambiar las cosas y no lo hagamos, no nos atrevemos.

La actitud de Rem Koolhaas es, sobre todo, alentadora y despierta inquietud por buscar soluciones, y el "ARRIESGAR" es la opción para el progreso.