Es curioso ver el cómo los lugares planificados y ordenados, nos parecen aburridos; y aquellos, que parecen crecer de forma natural hacia el caos, parecen atractivos. Así surge la pregunta, ¿en qué grado y medida debemos planificar la ciudad?

Hoy, todo se produce a una escala  grande y a un ritmo tan rápido que es difícil atender al usuario. Al margen de la escala, cualquier asentamiento está planificado de algún modo. Se piensa en el emplazamiento como una disposición al azar para colocar edificios independientes del sitio. Este, sin embargo, produce un gran impacto por las limitaciones o soluciones que ofrece. Un ejemplo de esto sería "Playgrounds" de Van Eyck y cómo habilita espacios con posibilidades.

El ser humano y el medio se interrelacionan y evolucionan juntos, pero ninguno de los dos predice la evolución del otro. Personalmente, creo que es muy triste que no sólo tu vida, sino tu futuro, se vea condicionado por el lugar en el que vives. En clase, hablábamos hoy de las distinciones sociales por calles que se producen en Los Ángeles.

Emplazar es organizar el territorio conforme el comportamiento humano y situar estructuras y actividades en un espacio condicionado por el tiempo. Ese sitio, es el conjunto de todas estas cosas y cualquier cambio puede tener consecuencias repentinas.

Ante un plan de emplazamiento debemos:

Conocer al usuario (gran ejemplo el comentado en clase de la arquitecta que se va a vivir a la zona hasta conocer a todos los vecinos)

Analizar el sitio, los objetivos y la tecnología

Aún así, debemos ser conscientes que es una experiencia que continúa y que es dificil obtener una solución satisfactoria.

Quizá, no deberíamos planificar tanto el sitio y dejar que evolucione según se necesite.

Imagen de Mayra Herrera extraída de http://mayradelcisne.wordpress.com/tag/kevin-lynch-2/