Proyecto: Urban Games 2013
Tema: Recursos
Coordinadores:
abarca
dacama
Durante el siglo XIX, la revolución industrial llenó de fábricas los terrenos agrícolas del norte de Barcelona. La actividad industrial de esta zona, que se corresponde hoy con el barrio del Poblenou, llegó a ser tan importante que se la conocía popularmente como la «Manchester catalana». Una de las primeras industrias en instalarse allí fue la fábrica textil de Can Framis, que constaba de varios edificios y ocupaba una superficie equivalente a cuatro manzanas del Eixample. Años después de su construcción, al trazarse la trama Cerdà, el complejo quedó hundido y sesgado respecto a las calles adyacentes.
En los últimos años, el barrio del Poblenou ha sido objeto de una profunda transformación urbanística que ha supuesto la desaparición de buena parte de su patrimonio industrial y la profusión de nuevas arquitecturas dedicadas al sector terciario y caracterizadas por la gran altura y la rotunda contemporaneidad. Aunque en ese proceso Can Framis perdió buena parte de su extensión, una chimenea y los dos edificios más relevantes del complejo fabril se salvaron. A finales del pasado siglo, fueron adquiridos por una fundación privada que los reformó para convertirlos en un museo de arte contemporáneo.
Durante el siglo XIX, la revolución industrial llenó de fábricas los terrenos agrícolas del norte de Barcelona. La actividad industrial de esta zona, que se corresponde hoy con el barrio del Poblenou, llegó a ser tan importante que se la conocía popularmente como la «Manchester catalana». Una de las primeras industrias en instalarse allí fue la fábrica textil de Can Framis, que constaba de varios edificios y ocupaba una superficie equivalente a cuatro manzanas del Eixample. Años después de su construcción, al trazarse la trama Cerdà, el complejo quedó hundido y sesgado respecto a las calles adyacentes.
En los últimos años, el barrio del Poblenou ha sido objeto de una profunda transformación urbanística que ha supuesto la desaparición de buena parte de su patrimonio industrial y la profusión de nuevas arquitecturas dedicadas al sector terciario y caracterizadas por la gran altura y la rotunda contemporaneidad. Aunque en ese proceso Can Framis perdió buena parte de su extensión, una chimenea y los dos edificios más relevantes del complejo fabril se salvaron. A finales del pasado siglo, fueron adquiridos por una fundación privada que los reformó para convertirlos en un museo de arte contemporáneo.
Más info, en el siguiente vídeo:
http://vimeo.com/15834135
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