¿Qué es la calle? Así comienza este texto, y la define como: una vía en el interior de una aglomeración que sirve, específica o simultáneamente, para atravesar una zona de esta aglomeración, para acceder a lugares situados a lo largo o inmediatamente próximos a esta vía, y para producir espacio colectivo utilizable en diversos tipos de actividad. Una calle asegura,  por lo menos, una de las siguientes funciones: tránsito, acceso, distribución y recepción. Esto quiere decir que la calle nos hace recorrer ciudad, nos muestra zonas importantes de ésta, nos hace coincidir con otras personas, con vehículos… nos hace vivir la ciudad. Por ello las calles tenemos que creerlas como propias, como nuestras porque debe responder a nuestras necesidades y vivencias.

Las calles han sufrido distintas evoluciones a lo largo de la historia. En el pasado las calles eran estrechas ya que no necesitaban espacios más amplios para transportes. Sin embargo, con la aparición de éstos las calles cambiaron y empezaron a construirse más amplias para permitir su paso. También, con las distintas clases sociales, las calles se construían pensando quien tenía privilegios para pasar por las partes más elevadas y no mojarse, etc…

Esta construcción de las calles, esta evolución hizo que hubiese una crisis en este sentido.

También se habla de la calle multifuncional o monofuncional, esto es repetir algo de lo dicho anteriormente. Las calles monofuncionales son aquellas como los pasajes de algunos barrios residenciales, las calles rápidas urbanas… Sin embargo en una ciudad son necesarias las calles multifuncionales, que den vida a la ciudad. Calles donde concurran comercios, restaurantes, bares… que la gente se relacione, con espacios públicos, estar en contacto con edificios, con la propia ciudad.