El texto intenta de distinguir dos tipos de ciudades. Por un lado habla de las ciudades naturales, que surgen de forma más o menos espontánea, como puede ser Manhattan, que corresponden con un modelo de semirretícula. Por otro lado habla de las ciudades artificiales, aquellas que han sido pensadas y repensadas por diseñadores y planificadores, la que se corresponde con el modelo de árbol.

Necesitamos una ciudad con superposiciones, que se relacione entre sí, que de lugar a la conexión y unión entre personas. Una ciudad que conviva en relación, que no esté dividida sino que sea una. 

¿Somos capaces de diseñar un programa complejo sin recurrir a la estructura de árbol? 

En las ciudades encontramos pequeños ecos de esa idea de relación entre todo como algunos paseos y calles que reúnen esos requisitos y relacionan a las personas, donde pueden hacer deporte, estar en relación con comercios... sin embargo sólo lo encontramos en pequeñas partes de la ciudad, y no somos capaces de llevarlo a cabo en la ciudad completa.

Los ciudadanos prefieren la arquitectura de hace unos años a la actual, quizá en el pasado si se pensaba en estas conexiones y hoy en día hemos olvidado ese concepto.