“¿Qué es una calle? Una calle es una vía en el interior de una aglomeración que asegura una de las siguientes funciones: tránsito, acceso y recepción.

En un principio, tras el desarrollo del transporte, la función de circulación primó más y más sobre las de residencia y el desarrollo de actividades. Hasta hubo que hacer varios niveles, como ocurre en Chicago, que es uno de los ejemplos más interesantes de la calle en varios niveles.

Así pues, el rápido desarrollo del automóvil individual trajo una generación tal de rendimiento en la velocidad, flexibilidad y la autonomía de los transportes, que se impuso muy rápidamente e hizo que pareciera normal organizar la ciudad a partir de esta circunstancia.

Sin embargo, este desarrollo encontró diversos problemas: en primer lugar, no sólo hubo obstáculos económicos, sino también sociales: las reacciones de los ciudadanos ente las molestias del tráfico o la destrucción de los patrimonios urbanos; en segundo lugar, los comerciantes necesitaban entrar en contacto con los flujos de circulación, tentar a los paseantes; y en tercer lugar, hoy los consumidores no se conforman con abastecerse, quieren tener la sensación no de estar en la calle, sino de ser la calle: quieren hacer shopping.

Por lo tanto, crecen las virtudes de las calles multifuncionales, dado que son lugares de roce, cuando no de confrontación con el otro.

No obstante, ni la calle exclusivamente peatonal ni la autopista están llamadas a desaparecer. Pero están reservadas a situaciones precisas y tienden a combinarse hoy con otras formas de calles.

Por otro lado, tampoco debemos olvidar la demanda de tranquilidad y de seguridad pasa cada vez más en la concepción y el reconocimiento de las calles.

En cuanto a opciones “sistémicas” de actuación, encontramos dos opciones: la opción hipermoderna, que se divide en tres especialidades (calles de proximidad a poca velocidad (Tokio), calles que funcionan como ejes metropolitano a bastante velocidad y las calles de los comerciantes, peatonales y a la vez deben permitir el estacionamiento a proximidad); y la opción postmoderna, con calles tan monofuncionales y multimodales como sea posible. Un ejemplo de esto lo encontramos en Estados Unidos con su “Nuevo Urbanismo”, el cuál propone un tipo de ciudad más multifuncional en donde son posibles muchos desplazamientos a pie.

Sin embargo, existe toda una gama de soluciones entre esos dos modelos extremos. De hecho, las ciudades son hoy cada vez más heterogéneas y encontramos “hibridaciones” variadas de estas diversas concepciones.

Finalmente, los expertos del urbanismo y de los transportes ven que no se trata de encontrar “la” solución, sino de poner sus competencias al servicio de negociaciones entre los diversos actores, para ayudar a la construcción de compromisos aceptables por el mayor número posible, articulando intereses locales y el funcionamiento del conjunto del sistema urbano. Además, se ha demostrado que las soluciones prefabricadas, los modelos ideológicos y los dogmas urbanísticos son cada vez menos acertados.