Proyecto: Urban Games 2013
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Entrevista al arquitecto publicada en una edición del ‘País semanal’ en que el arquitecto hace una reflexión de las ciudades y el urbanismo en la actualidad, cuestionando la arquitectura de las grandes estrellas y apostando por el desorden de las nuevas ciudades.
Cuando se le pregunta por el urbanismo de nuestros días, responde que no hay tanta diferencia entre el urbanismo de antaño con el de la actualidad, lo único que ocurre es que del pasado solo se conserva lo bueno mientras que lo malo se olvida. Considera que el buen urbanismo nace cuando se desea, se quiere y hoy día, no existe esa voluntad. Es más fácil tomar la postura de negar la posibilidad de solución, cuidando únicamente los intereses personales del arquitecto, sin tener en cuenta a la sociedad.
Es obvio que la ciudad, su forma y concepto, están sufriendo un cambio, que debemos entender, asumir y fomentar para cambiar la cultura de la ciudad. Se está produciendo un cambio de la estética tradicional a la vida de la ciudad. Para ello, Solá-Morales nos habla de urbanismo material, entendiendo como elementos, tanto a gran como a pequeña escala, que se encuentran en la ciudad y su propia configuración es capaz de alterar el urbanismo del conjunto de la ciudad resolviéndolo bien o mal.
Para llegar a entender una ciudad, debemos hacerlo desde su piel, lo que vemos, caminamos o circulamos, al observar estos aspectos tan cotidianos, acabaremos entendiendo las leyes que rigen la ciudad entendiendo así lo esencial de la misma. Personalmente, el arquitecto cree que desde los puertos también se llega a comprender la ciudad a la perfección sin necesidad de observarla.
La entrevista da un giro orientándose hacia la crítica de la arquitectura y los arquitectos estrella de nuestros días. Solá-Morales afirma que hoy día todas las ciudades, grandes y pequeñas, quieren tener un edificio estrella, una arquitectura de firma, sin importarle del mismo modo el urbanismo que rige su ciudad. También es cierto que un proyecto de ciudad no es para todos los días, sino que necesita de un periodo de 5-10 años para que comience a funcionar, por eso, estos proyectos solo pueden hacerse de vez en cuando.
Por otro lado, y haciéndose más crítico aun, el arquitecto afirma que conforme vivimos la ciudad, nos acostumbramos a los adefesios – o malas arquitecturas – y acabamos asumiéndolas como algo aceptable, cuando lo correcto sería en lugar de premiar las buenas arquitecturas, dar premios de anti arquitecturas, destruir aquellos edificios que perturban la ciudad.
Aún no hay comentarios para esta entrada. ¡Sé el primero!
Accede o regístrate para comentar y puntuar la entrada.