Llama la atención la crítica que realiza el arquitecto a las diversas cuestiones que se le plantean en la entrevista. Estoy de acuerdo con él cuando menciona la frase "todo es un desastre, pero a mí dame esas viviendas que las haré". Ese cinismo que existe es algo que se debe corregir, se ha de cambiar el chip, pues hay que estudiar las situaciones en su medida y poner solución, y no construir un objeto sin más en el momento que se nos ofrezca la oportunidad.

El problema es principalmente del arquitecto, al que tenemos que poner solución ahora nosotros, los que venimos detrás.

"Ahora hay mas posibilidades de hacer buena ciudad" como dice De Solà-Morales, pues aprovechemos esas posibilidades, aprovechemos la crisis del ladrillo, la pausa del descontrol y la especulación para mejorar lo que hay, lo que se hizo mal, lo que hay que mejorar y lo que queda por hacer. Pues volviendo a mencionar palabras del arquitecto: "en hacerlo, en la dificultad, está el disfrute". Palabras que sirven para lo largo de la carrera y de la profesión.

Cuanto mayor es el problema, mayor y mejor será la solución.