LOS EJES EN EL PROYECTO DE LA CIUDAD

GEOMETRIA COMO ABSTRACCIÓN

DE UNA IDEA DE CIUDAD

Rosa Barba Casanovas

(1970-2000)

Según la autora de este artículo el problema principal es cómo y cuando se proyecta el espacio entre las arquitecturas y su reducción geométrica.

Barba Casanovas dice que los múltiples problemas que afectan al espacio libre acaban siendo reducidos a una cuestión medioambiental

Este pensamiento global que se defiende desde la ecología, recordando que la naturaleza es un tesoro frágil no nos debe parecer ajeno ni machacado, sino por el contrario tenerlo muy presente en nuestros proyectos ya que lo que hace distinto a los lugares y los que nos permite identificarlos y avanzar ideas de futuro, es el proyecto urbanístico

Las formas que toma el lugar es el espacio de los ejes urbanos y territoriales

Los ejes que como canales que conducen los flujos de vida de un territorio y son generadoras a nuevos ensanches. En nuestro tiempo los grandes ejes viarios son las calles y las avenidas.

Estos ejes son siempre nuevos espacios, proyectos de crecimiento o reforma que visten de nuevo lo rural y le dan cierto sentido de centralidad

A Barba Casanovas le  parece interesante el estudio del proyecto de los ejes urbanos del renacimiento del barroco o en los años que nacen las grandes metrópolis el crecimiento de las ciudades que se expanden como una mancha de aceite.

Los ensanches, quieren poner orden y ajustar en el entorno de los antiguos centros medioevales, rodeándolos de bulevares y rondas. No hemos cambiado mucho en la actualidad cuando analizamos el proyecto de la calle Victoria en el barrio del Gamonal en Burgos.

Especialmente en el trazado de los ensanches, y es paradigmático el de Barcelona,  se recoge este reto, orden, pureza y autonomía además de un necesario pacto con la curvas de nivel, ya que un buen proyecto de ensanche acierta con la rasante que garantiza el buen funcionamiento del sistema de aguas y albañales,

 En este sentido el ensanche es una obra abierta, siempre igual pero transformándose no otra ciudad futura que se apoya en una geometría simple pero rotunda

“Es espacio es una cualidad que se imbrica en lo  material de los lugares que se habitan, podemos disfrutar del bosque desde dentro y desde fuera”

Dice esta autora que a pesar de que hoy disponemos de medios para conocer mejor nuestro entorno, nos ayuda pero no resuelve el problema de la génesis de las formas ni sabemos de otro método que el riesgo y el ensayo, o incluso el error, pero yo creo que se puede minimizar este efecto por lo menos en mucha mayor medida en la que hoy lo hacen.

“Son las calles y plazas las que hasta hoy nos ha permitido hablar de centro urbano”.

Es interesante como Barba Casanovas nos muestra que en Cerdá (Barcelona) la forma del llano es la forma de la ciudad las calles forman una cuadrícula, y los jardines junto a los edificios, imbricado. Un tejido diferente, sin plazas o parques, donde lo verde se imbrica como hilos en una pieza de tela.

¿Han sido siempre los ejes los elementos generadores de soporte para el tejido urbano? Durante años hemos estado pendientes de rehacer una ciudad continua, compacta y con límites precisos.

Rosa Barba Casanovas finaliza diciendo que la ciudad de hoy será seguramente menos una ciudad de ejes que una espacio de tejidos y corredores naturales o artificiales porque los ejes invisible ese reconocen en nodos, pero los ejes aun cuentan para establecer los centros y definir estos como uno de los lugares más específicos de nuestra manera de vivir

Algunas preguntas que nos deja Rosa Barba Casanovas en este artículo son:

¿Qué pasa cuando un eje se quiebra?

¿Es posible separar forma y estructura?

¿Los problemas de forma en el espacio público son problemas de estructura?

¿Cuál es la forma de la ciudad que corresponde a nuestro futuro inmediato?

Yo no puedo contestar a estas preguntas aunque me gustaría poder hacerlo, aunque solo fuera a una de ellas.

Mi sensación después de leer este artículo es que las ciudades tienen su forma producto del trazado de sus ejes, así como en Paris los ejes trazados por el barón Hussman sobre su tejido la hicieron ciudad. 

En la actualidad se nos hace difícil romper estos ejes naturales,  la prueba la tenemos en Madrid y Barcelona con tejidos totalmente diferentes, fruto de las circunstancias y la historia, lo único que podemos hacer es aprender de la experiencia y acometer cualquier proyecto urbanístico dejándole poco margen al error que decía Rosa Barba Casanovas y con las máximas garantías de éxito.

Para ello nosotros los urbanistas que somos los que tenemos la obligación de marcar los ejes de la ciudad, debemos hacerlo después de un estudio exhaustivo e integral sin cortarnos en utilizar  a otros especialistas como biólogos, geólogos, meteorólogos, sociólogos psicólogos y con un trabajo de campo recogiendo información de los ciudadanos que son los que crean y demandan, en definitiva hilan los tejidos de la ciudad.