Proyecto: Urban Games 2013
Tema: Recursos
Coordinadores:
abarca
dacama
"Durante años pensé en la Arquitectura como algo diferente,especial, sublime y extraterreno, algo así como una intocablevirgen blanca, tan sublime, tan ideal que a pocos era dado realizarla o comprenderla; el arquitecto era para mi un genio semidivino o apenas nada. Entre la pequeña choza y la másfamosa obra de Arquitectura no había relación, como no la habíaentre el albañil y el arquitecto. Eran cosas diferentes, desligadas.Este concepto mítico de la Arquitectura y del arquitecto producía en mí un atroz sufrimiento, dado que yo no era un genio y no conseguía por tanto realizar edificios tan intocables como vírgenes blancas.
Pasaron los años. Vi edificios y conocí arquitectos. Percibí qu eun edificio no se contiene en una bella planta ni en una bella fotografía hecha en un día de sol y bajo su mejor ángulo; verifiquéque, al final, todos los arquitectos eran hombres, con suscualidades, mayores o menores, y con sus defectos, mayores o menores. Advertí entonces que la Arquitectura era sobre todo unacontecimiento como tantos otros que llenan la vida de los hombres y, como todos ellos, sujeto a las contingencias que lamisma vida implica. Y la intocable virgen blanca se convirtió paramí en una manifestación de vida. Perdido su sentido abstracto, encontré entonces la Arquitectura como una cosa que yo o cualquier otro hombre podíamos realizar - mejor o peor -terriblemente contingente, tan asida a la circunstancia como unárbol se coge a la tierra por sus raíces.
Y el mito se deshizo. Y entre la pequeña choza y la obra maestra vi que existían relaciones, como sé que existen entre el albañil (o cualquier otro hombre) y el arquitecto de genio.
Vista bajo este ángulo, la Arquitectura se me aparece ahora como una gran fuerza, fuerza nacida de la Tierra y del hombre, cogida por mil hilos a los cambios de la realidad, fuerza capaz de contribuir poderosamente a la felicidad del medio que la vio nacer"
Fernando Távora
Fantástica reflexión. Para hacer arquitectura hay que estar en la tierra, y a veces se nos olvida.
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