Es difícil definir el concepto de calle. Podemos interpretarlo como la forma de conectar diferentes elementos de la ciudad, como la ordenación de los flujos de movimiento. Sin embargo, la calle es mucho más que eso. ¿Podemos decir que la calle es un espacio público? ¿Qué forma parte de la arquitectura?

En una ciudad bien diseñada, sus calles cumplen un papel fundamental, diferenciando los movimientos, creando experiencias. Según el autor del texto, podemos clasificarlas como monofuncionales o multifuncionales. Las primeras únicamente alojan usos concretos, como por ejemplo el tráfico rodado, o únicamente peatonal. Las multifuncionales son capaces de acoger varios usos, creando diferentes vías en las que los movimientos se complementan. 

Ésta diferenciación se ha hecho invebitable con el paso del tiempo, ya que los transportes se han ido complejizando, convirtiéndose en algo fundamental en la vida diaria de cualquier ciudadano. La forma de pensar la ciudad debe partir desde este pensamiento, teniendo en cuenta los tipos de movimiento, las densidades y los flujos. Por otra parte, los equipamientos se construyen cada vez más sectorizados, en zonas distanciadas, siendo necesario desplazarse para resolver necesidades. 

Es inevitable, por tanto, la existencia de grandes autovías y grandes zonas peatonales, la diferenciación entre vías. No obstante, una buena propuesta para los nuevos diseños, son las vías multifuncionales en altura, en las que a niveles distintos se reparten los usos. consiguiendo resolver necesidades movimentales, en el mínimos espacio, con grandes resultados.