Urbanidad es la calidad de aquellos lugares significantes de contenidos colectivos y políticos en su misma forma material.

Soberbia en sí, una de las frases apuntadas por el urbanista español Manuel de Solà Morales, recoge en toda su esencia las actividades urbanísticas en España.

Y es que sin criterio ni opinión, todo se puede hacer verde hoja, gris hormigón o ponerle unos columpios. Con humor y muchas risas, me viene a la cabeza un extracto de un monologuista almeriense haciendo un monólogo sobre mi ciudad, y en la que, satíricamente, denuncia la condición de la falta de planificación con la frase: "en Almería, por cada rotonda nos regalan 50 palmeras". Se recogen en esta "burla" dos aspectos del nuevo urbanismo: las comunicaciones, que no dejan de ser un espacio público en lo que ya no es la edificación propia, y las zonas verdes.

Y es que lo más sencillo es eso...allá donde haya un hueco, Mr Espacio público va al rescate. Un solar entre dos bloques de edificios, sin soleamiento ni condiciones óptimas de urbanidad...ese es sitio para una plaza. El cruce de dos arterias de la ciudad; ese es sitio para un parque...he dibujado este plano y aqui no se que poner...podeis imaginaros lo que acaba por ser.

Y así tenemos espacios donde podemos hablar de cualquier cosa menos de la calidad arquitectónica y urbanística. Parece que en algunas ocasiones perdemos la escala de referencia, y al no centrarnos en una edificación, con un programa que responder, una funcionalidad que cumplir y una estética que obedecer, nos volvemos locos, y no controlamos ninguno de estos aspectos: plazas que son demasiado grandes para atravesarlas, bancos puestos en el lugar con mayor sol de todo el solar...

Otras, parece justo lo contrario. Nos concentramos tanto en el espacio urbano, en la geometría que lo ordena, y lo bonito que va a ser, y lo estupendo que será el granito y que combinara perfectamente con la luz de los apliques que vamos a disponer, que como recoge en el texto De Solà, "se convierten en dibujos sobre un solar cerrado, diseños autoreferentes dentro de un perímetro a menudo arbitrario"

Debemos de ser muy cuidadosos al tratar estos espacios, igual que los somos al reducirnos a la escala de la edificación: la categoría y la cualidad no se alcanzan con la escala, la monumentalidad o la belleza. Se alcanza con la capacidad de vivir el espacio