Proyecto: Urban Games 2014
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Tal y como expone el texto, los lugares que han nacido de forma espontánea parecen tener mayor aceptación por la sociedad. Todo lo contrario a los lugares que conllevan detrás un estudio y planificación que intentan cumplir necesidades. Entonces nos surge la gran pregunta de hasta qué punto hay que planificar.
El tema a tratar para responder es algo delicado, ya que la arquitectura y el urbanismo, que como expuse en mi anterior reflexión: deben ir de la mano, una no puede existir sin la otra; tienen además un gran factor que las condiciona en su totalidad, y es el gran papel del usuario.
Está claro que el papel del usuario es el factor determinante de todo, puesto que tanto lo que se planifica como lo que no, va a funcionar o no, si al usuario le agrada.
Una figura de usuario que yo veo como algo que no es fijo, sino cambiante. Una persona pasa por numerosas formas de ser, de estar, de sentir, de vivir, de convivir, etc... a la que además se suma una evolución trepidante de la tecnología, en la que el usuario cada vez está más inmerso, y que también repercuta en la arquitectura y el urbanismo.
Por tanto, si el usuario va cambiando su paso por el mundo y sabemos que ese cambio se realiza a la velocidad de otros factores como podría ser la tecnología. La arquitectura y el urbanismo deberían ser capaces de reinventarse con mayor rapidez, tal vez a la misma velocidad y no con el pensamiento actual que tenemos de que la arquitectura debe ser para toda la vida.
En esta reflexión parece que dejo de lado el papel importante que tiene la opinión de los usuarios, pero no, ya que no propongo una planificación dejándoles de lado, sino una planificación donde su opinión, sus deseos y su forma de ser y de vivir nos puedan servir sumados a un poco de visión, para llevar a cabo planes que se adelanten a sus nuevas formas de vida. Es decir, propongo que nuestro trabajo no se quede solo en que participen en la realización de un plan actual, sino que seamos visionarios.
Determinadas culturas intentan llevar a cabo un poco esta forma de pensar, una de ellas, la japonesa hace viviendas con fecha de caducidad a los 20-25 años, tiempo en el que los usuarios ya se han reinventado. (Adjunto un link de un artículo donde se comenta)
http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-312602/por-que-en-japon-parecen-estar-locos-por-las-casas
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