Proyecto: Urban Games 2014
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Tras leer el corto fragmento de la novela más conocida de Thomas More, y adentrarnos en el curioso y fantasioso mundo que ofrece, surgen varias ideas a la vez. Una de ellas es la de creerme su realidad dentro de la irrealidad que la conforma, es decir, llegar a trasladar desde la arquitectura hasta la política de su isla (formada por 54 ciudades) a nuestro mundo y sociedad. Otra sería, comparar varios sistemas de habitabilidad que el escritor describe con los que hoy disponemos nosotros.
Varios ejemplos de las ciudades expuestas anteriormente serían:
1- Una rutina de autoabastecimiento y nomandismo continuo dentro de un mundo de arquitecturas tan semejantes que serían prácticamente idénticas.
2- Dicho sistema descrito en el primer punto, ¿no es acaso lo que los hombres han estado haciendo durante siglos y siglos?
Hoy en día estamos hechos de otra pasta, calificamos esos sistemas de ''utópicos'' , ''imposibles'' o ''locos'', e incluso el escritor allá por el 1516 cuando redactó dicha historia y también le puso ''Utopía'' como título.
En mi opinión, toda la trama de la historia no es más que una rememoranza de lo que un día fuimos, una sociedad jerárquica, de dependencia de la misma tierra y el ganado, de los caprichos y comportamientos de la naturaleza,...etc.
Después de estar en clase, reflexionar acerca del texto y debatir las distintas perspectivas de los compañeros llegué a la siguiente frase: ''Para ser tonto, hay que ser muy listo''.
En nuestro tiempo, un sistema como el que More expone sería inadaptable, insostenible e incluso lo calificaría de apolítico. No muestra ninguna intención democrática, por lo cual no concuerda con nuestra sociedad en la que (entre comillas ) ''el pueblo tiene la palabra''. Sin irme por las ramas y dejando la política a un lado, llegué a esa frase puesto que muchas de las propuestas, proyectos e intervenciones a nivel urbano y arquitectónico de hoy tratan de ser (en general) muy completos y desarrollados tecnológicamente pero también hay que decir que no siempre reúnen las aptitudes y actitudes óptimas para cubrir las necesidades de nuestros días.
Por eso la frase de '' para ser tonto, hay que ser muy listo'', porque incluso disponiendo de menos medios y menos formación educativa, nuestros antepasados supieron en su momento aprovechar lo que tenían, cuando lo tenían y dónde lo tenían.
Nos aferramos a la seducción y el deseo del consumismo en muchas ocasiones sin atenernos y a las consecuencias de un mal planteamiento que deba resolver una cuestión en concreto. Deberíamos caer en los pequeños y, debo decir, tradicionales detalles que a lo largo de la historia nos han servido para sobrevivir y para facilitarnos el vivir.
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