De la entrevista a Manuel De Solá-Morales me gustaría destacar varios momentos que me han interesado. En primer lugar el interés que tiene de la ciudad moderna, pese a su posible fealdad. Pero que es un interés que no está generado por el orden y la jerarquía, es decir; que lo que le parece interesante a Manuel de la ciudad contemporánea no es si está correctamente zonificada por usos, o si las circulaciones son ordenadas, sino su caos, su desorden, la riqueza que generan elementos diferentes desarrollándose en un mismo espacio, la vitalidad. Este punto ya me parece una ruptura con los esquemas del movimiento moderno y guarda bastante similitud con el pensamiento de Koolhas que percibí en el primer artículo.

 

Por último, otro comentario muy cercano al artículo de Koolhas es el de las esquinas. No solo porque reconozca la importancia de los intercambiadores de tráfico o estaciones como los espacios de relación del futuro, sino porque una vez más acepta que la ciudad se moderniza y avanza, no sigue insistiendo en los cruces clásicos de las ciudades y las esquinas de los edificios sino que reconoce la importancia de la movilidad y el trasporte y abraza el futuro en vez de negar esos espacios y relegarlos a lugares y papeles residuales e ignorarlos.