Me encontraba en una posición similar a la del autor hasta que ha ido avanzando el texto.

Da la sensación de que Rem Koolhaas transmite en el texto un sentimiento de derrota, una crítica muy dura que en ocasiones me ha resultado complicado seguirla ya que en ocasiones habla de manera muy metafórica, que particularmente creo que otras ocasiones utiliza para enmascarar alguno de sus argumentos, diluyendo progresivamente la comprensión del texto.

Aunque hay argumentos que comparto y otros que simplemente no he terminado de entender, creo que habla de manera muy radical, como esa forma tan peculiar al hablar de la figura del arquitecto y del urbanista por separado cuando creo que ambos persiguen el mismo objetivo, codificar el espacio dando respuesta a los espacios que plantea, uno quizás a mayor y otro a menor escala, pero nunca por separado.

No entiendo su definición de “nuevo urbanismo”.

¿Nos plantea un problema de manera tan trágica e irremediable para manifestar su oposición a las intervenciones fallidas o incluso de nueva planta?

¿Plantea que la ciudad debe surgir casi por generación espontánea y relacionarse casi como un ser vivo más?

Personalmente no creo que hables claro Rem.

El urbanismo no es una ciencia empírica, ni siquiera creo que sea una ciencia como tal simplemente un proceso que siempre ha de comenzar, continuar y finalizar apoyado en la investigación y basándose en las experiencias ya contrastadas anteriormente intentando solucionar con la mejor de las intenciones, trabajando tanto de forma personal como colectivas, asumiendo que las decisiones tomadas nunca satisfarán a la totalidad de los usuarios.

Cuando he llegado al final del texto ha sido cuando me ha parecido interpretar que Koolhaas ha hablado de manera irónica durante todo el texto.

Como conclusión final; podemos criticar, valorar, admirar, apreciar… pero la virtud está en sacar lo bueno de cada espacio.