Los lugares que nos parecen más bellos son aquellos que han surgido de forma espontánea, sin embargo aquellos que han sido premeditados nos parecen fríos y sin vida. Entonces, ¿por qué planificar?

La verdadera cuestión no es si se debe planificar o no, sino en qué grado o medida debe hacerse. Esto ddependerá por supuesto de cada situación, lugar y contexto.

En los últimos años con el vertiginoso ritmo de crecimiento, evolución de la tecnología y de la sociedad, la ciudad se ha visto inevitablemente afectada, ya que esta cambia según cambien sus habitantes, evidentemente. Esto se ha traducido en una mayor complejidad de los asentamientos y una diversidad enorme, por lo que atender al consumidor final de la arquitectura se ha hecho más y más difícil.

Actualmente el hecho de emplazarse se ha hecho de una manera precipitada, dejando muchos detalles al azar, o en otras ocasiones se hace una simple subdivisión de la superficie de forma abstracta, geométricamente rígida que no tiene en cuenta el movimiento natural de los humanos, y que además introduce edificios casi a la fuerza, copiados de otros que funcionan en otros lugares y que no tienen por qué funcionar aquí.

El hombre y el ambiente (formado por estructuras, una topografía, seres vivos, un clima y unas superficies especificos) se interrelacionan entre sí, funcionan conjuntamente. El entorno es tan social como físico, por ello un hábitat bien organizado es fuente de riqueza y felicidad.

La única forma de adaptarse correctamente al entorno es a través de una reflexión que beba de la experiencia en el lugar. Vivirlo, observarlo, olerlo, tocarlo... Por ello el método de habitarlo es reiterativo: se modifica, a partir de la experiencia en él se transforman otros aspectos, que se vuelven a experimentar y se corrigen o se transforman otros,.. y así sucesivamente. Es más acertado definir nueva forma en el sitio como una siguiente intervención, una continua administración del terreno que pretende como fin último reflejar los deseos del comportamiento humano en el lugar.