Frente a la pregunta de qué debe hacer un arquitecto por la ciudad creo que deberíamos pararnos a reflexionar. El arquitecto tiene tanto derechos como deberes, y estos son el pensar más allá siempre, el no quedarse en la superficie y, por supuesto, saber quién hará uso del fruto de su trabajo y tenerlo en cuenta.

A veces creo que el arquitecto se aleja demasiado de los usuarios y esto hace que tenga una sensación de superioridad. Estando en su despacho, con sus planos y no sintiendo lo que realmente pasa más allá de las puertas donde está parapetado. Por esto, es un deber el "rebajarse" al nivel de la calle, el sentir las dimensiones, el hacer una arquitectura que no sea buscando la magnificiencia, la fama o el ser el número uno por hacer una estructura complicada que a veces ni siquiera cumple correctamente su función. Este es el tema de los arquitectos superestrella, pero no entraré porque ya se ha comentado en clase.

Por esto, creo que el arquitecto tiene el deber de que su arquitectura sea funcional y agradable y que no se guíe por delirios de grandeza. 

Entre otras cosas, esta asignatura me ha enseñado a "rebajarme", a pensar más en conjunto y ser consciente de que lo que se haga en una ciudad puede afectar a más niveles que el de la modificación del paisaje.