Proyecto: Urban Games 2015
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Hemos de reflexionar sobre esta frase más que sobre el resto del artículo, y no porque sea la primera, sino porque es la más importante y certera cuestión que debemos ponernos delante antes de hacer cualquier tipo de actuación.
Para mi, la verdadera virtud del arquitecto reside en tanto en cuanto sepa discernir lo accesorio de lo necesario. Es en ese momento cumbre y clave del proyecto en el que nos sentamos frente a un espacio, vacío y sin organismo, cuando lo vamos a dotar de vida, cuando demostraremos o no lo virtuoso de nuestras ideas. Es en ese momento cuando debemos saber qué hemos de proporcionar ya con un fin y qué hemos de dejar al usuario decidir para qué usará el espacio libre. En la ciudad ocurre lo mismo.
Cuando un urbanista planifica una ciudad o una parte de ella, quizás no sea tanto el dejar espacios a su libre albedrío (ya que serán espacios muertos), sino tener la virtud de reconocer que una persona sola que no vive en esa zona, no es capaz de satisfacer las necesidadesd de la gente o de solventar los problemas. Es en ese momento cuando el urbanista o arquitecto han de convertirse en investigadores, en científicos curiosos que usan sus ojos críticos para preguntar a la población, para observar problemas inherentes de un mal plan o una mala gestión. Es en ese momento posterior cuando decidimos que en realidad no se necesita otra gran torre de pisos sino una plaza con vegetación y zona de juegos para los niños o un mercado.
Quizás es duro para aquellos que quieren hacer de sus edificios hitos inalcanzables y totalmente fuera de escala, pero la realidad es que si buscamos crear hitos en un lugar que no los necesita, el urbanismo los convierte en meros espectros que se ciernen sobre la ciudad sin criterio.
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