Las grandes cantidades se nos van de las manos, y así es el humano tiene capacidad para organizar ciertas cantidades, en el ámbito de la demografía se esta produciendo una multiplicación que se nos escapa de las manos, hemos llegado a consiguer mayor duración de vida, por lo tanto nos juntamos con envejecimiento y nuevos nacimientos en las ciudades, y esto influye directamente a esa urbanización y bienestar de las ciudades. Y en este lugar reluce el papel del urbanismo, con el movimiento moderno y su intención por buscar la calidad con la abstracción y la repetición se han perdido muchos puntos a favor de esa urbanización del territorio, se han escapado de las manos. 

Hoy en día se sobreeleva por encima de la idea de urbanizar, la idea de crear más y más arquitectura, sin tener en cuenta el urbanismo, ese paso tan necesario antes de hacer arquitectura, que es el de organizar el territorio. La logística, la politica, etc. pretenden controlar una serie de infraestructuras, que impiden mirar y contemplar la ciudad con otros ojos. Pretenden ir incrementando y después modificarlo a efectos de insatisfacción ante lo creado, en lugar de recurrir a la creacción e innovación. 

En este caso el ciudadano debe ser crítico, ya que la ciudad es todo lo que tiene, y por lo tanto no aceptar cualquier cambio y mostrarse acrítico, sino criticar y correr riesgos para verificar lo que en realidad es útil y satisfactorio para esa vida en la ciudad.

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