Proyecto: Urban Games 2015
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Hablar de ciudades naturales o ciudades artificiales supone un cambio en mi percepción del urbanismo. Hasta ahora, hablar de ciudad histórica era hacerlo del pasado, un pasado que se remonta a muchos siglos atrás. El autor enfrenta ambos tipos de ciudades, contrapone sus estructuras como aptas o no, según hablemos de lo natural o lo artificial, respectivamente.
En realidad, suponer una organización en forma de árbol tiene una cierta lógica compositiva, más allá de conceptos y variables a una escala más profunda y complicada que genere un entramado justificado. Desde mi punto de vista, y atendiendo a los ejemplos del autor, es cómodo urbanizar así; mentalmente, asumimos tal esquema de árbol, es como si lo llevásemos implícito en nosotros, no podemos escapar de él.
Me sorprende cómo los diseñadores, conociendo a la perfección la organización de árbol y sus carencias y palpables resultados caóticos, continúen utilizándola en la actualidad y adoptándola como válida. ¿Casualidad? ¿Comodidad? ¿Ignorancia? ¿Falta de previsión? No es descabellado pensar que todo gire en torno a la idea de ciudad que tienen los gobernantes, los políticos y los intereses económicos o de voto.
Todo esto hace cuestionarme cuál es realmente el papel y la función del urbanista. Su propósito de pensar, reflexionar y aplicar la mejor solución posible se ve frustrado por el muro infranqueable del alcalde o del partido político en cuestión.
Merecen la pena todas las reflexiones para hacer mejor ciudad y acorde a las expectativas y necesidades reales de todos los ciudadanos. Tengo fe en que nos “eduquemos” unos a otros con la mejor de las intenciones y sepamos vislumbrar una ciudad de futuro sin alardes ni medallas, sin caprichos ni protocolos, alejándonos de esa política tóxica que nos inunda.
“La ciudad es un receptáculo de vida (…). Si hacemos ciudades en árbol, éstas acabarán destrozándonos a nosotros”.
Imagen propia. Baucis. Las ciudades invisibles (Ítalo Calvino).
Para mí la organización en árbol no tiene sentido porque necesariamente implica una enorme distancia entre los diferentes elementos que están al mismo nivel.
Accede o regístrate para comentar y puntuar la entrada.