Nuestro trato con el colegio ha sido en todo momento muy correcto. En primer lugar llamamos para concretar una cita con la directora para exponerle el proyecto. Una vez allí fuimos atendidos por la jefa de estudios, una mujer amable y atenta en todo momento, acostumbrada a que alumnos de otros centros acudieran a hacer encuestas y trabajar con los niños.Nos mostró las instalaciones del colegio y nos propuso una fecha con sus alumnos de 5º de primaria. Para evitar problemas le entregamos las autorizaciones que los padres debían rellenar para realizar la encuesta, además nos dijo que era aconsejable que no hiciéramos fotografías.

El día de la encuesta entregaron todos las autorizaciones excepto una niña que no pudo realizarla. Nos presentamos, les explicamos el proyecto y les hicimos entender que solo ellos nos podrían ayudar porque ellos son los únicos que viven día a día ese barrio. Les explicamos de que trataba cada parte y les dejamos libremente que realizaran el cuestionario y ellos nos iban preguntando sus dudas, relacionados sobre todo con la parte del plano ya que algunos vivían fuera del círculo representado y les costaba trabajo orientarse.

Todo transcurrió apaciblemente, los niños fueron muy educados y se interesaron bastante por el tema tratado. Posteriormente revisando los cuestionarios nos llama mucho la atención el problema del botellódromo en la ciudad y cual es la percepción de los niños, con bastantes quejas hacia el estado en el que quedan las calles tras los botellones y el mal ambiente que hay por las noches.