Muchos de los problemas actuales del urbanismo fueron estudiados minuciosamente por Raymond Unwin en sus escritos, partiendo del pequeño detalle hasta concluir en el concepto de barrio, ciudad e incluso metrópoli. Dilucidó relaciones entre elementos que parecián aislados hasta entonces en la ciudad, convirtiéndolos en principios ordenadores de la misma y sentó las bases del urbanismo británico, influyendo notablemente en el urbanismo de otros países. 

Unwin mostró una manera de proceder, de afrontar los modernos problemas de la sociedad contemporánea, creando formas residenciales y de parcelación que ponían el foco en la desconexión de la arquitectura y la vida. Todas sus conclusiones y análisis hacen que podamos entender hoy el fracaso de las expansiones de periferia, con esos espacios intersticiales inútiles y sin sentido. Y es que, es necesario repensar el modo de hacer urbanismo, planteándonos si las tipologías edificatorias y los planes de ordenación actuales solucionan realmente los problemas de una sociedad cada vez más compleja y cambiante. Debemos sentarnos y, como hizo Unwin, analizar de una forma casi metódica cada elemento de nuestras ciudades, componiendo un esbozo general que nos permita atacar el corazón de las demandas contemporáneas, proponiendo soluciones novedosas que rompan con un pasado reciente de fracasos urbanísticos sucesivos.