Me parece interesante que Unwin fuera uno de los primeros en descubrir los temas principales del urbanismo como los modelos y la forma de la parcelación, los perfiles y anchuras de las calles, los centros y lugares colectivos, los espacios entre edificios, la importancia horizontal de las vallas y los muchos, y la verticalidad de las cornisas y cumbreras. Además, descubrió todos estos elementos como una ordenación de conjunto, ya que hasta ese momento solo se habían tenido en cuenta de forma individual.

El suelo comienza a tener la importancia que merece para Unwin. En mi opinión, el suelo es muy importante a la hora de hacer urbanismo, ya que es el punto de encuentro entre lo natural y lo artificial, la tierra y la arquitectura. Y hay que tener en cuenta todas las características del terreno para poder hacer un urbanismo acorde a este.

Su apreciación sobre el “formalismo” y el “informalismo” me parece muy correcta. Yo opino que durante mucho tiempo se ha estado haciendo un urbanismo formalista, que solo tenía en cuenta la legislación, el trazado y las tradiciones. Por esto en la actualidad hay tantas ciudades con un urbanismo simple, que no se adapta a las necesidades reales y que simplemente consisten en copiar trazados preexistentes que funcionan bien en otras ciudades, pero al llevarlas a otro terreno, no funcionan igual. Por eso opino, al igual que Unwin, que se debe crear una “vía más ancha” que una ambas posturas, de forma que se cree un urbanismo propio de cada lugar, teniendo en cuenta los aspectos formales y también los informales.

Como dice en su libro, hay que ver la individualidad de las ciudades. No existen dos ciudades iguales porque cada ciudad tiene un terreno, unas cualidades, una sociedad y unos problemas diferentes. Por tanto, no se puede copiar una actuación que en una ciudad funciona bien y esperar que en otro lugar va a ser igual de buena.