En este texto, Solà-Morales nos habla de la ciudad y del urbanismo en nuestros tiempos. El propio título del artículo nos desvela la actitud que deberíamos tener todos frente a la ciudad que habitamos, nos debe gustar la piel de la ciudad, y entender que es una piel cambiante y viva. La ciudad debe de tener un alma ciudadana.

Muchas veces se anteponen los caprichos económicos, que cierto espacio o edificio haya sido proyectado y construido por alguien de renombre, que ciertos edificios sean conocidos como monumentos en el extranjero, la fama, la gloria, a todos los aspectos que deberían ser más importantes como la funcionalidad o la calidad. La arquitectura deber pensarse como un proceso más allá de la búsqueda estética, un proceso que busca responder a los temas de comodidad, sensación, habitabilidad, adecuación a la demanda, etc. Igualmente de importante es la ubicación, como bien explica Solà Morales comparando dos ciudades con río y su transformación a lo largo de los años.

La creación de ciudades debe de ser un conjunto de elementos que viven coherentes y son vividos por los ciudadanos, que los hacen evolucionar y progresar, los propios ciudadanos, inconscientemente, condenan o hacen que siga adelante un modelo de ciudad que se pueda vivir, por lo que considero que son una parte fundamental para el avance y construcción de una buena ciudad. Una ciudad hay que hacerla nuestra ciudad.

Imagen: wikipedia.