Proyecto: Urban Games 2015
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Tomás Moro describe una sociedad utópica terrible. Lo primero que me he preguntado al leer el texto ha sido: ¿son los utopianos conscientes de su estado? No describe personas sino robots. Y aprovecho para apuntar que la palabra robot viene de una palabra húngara que significa esclavo.
La isla es perfecta en todos los sentidos y la sociedad, también. Teóricamente, quiero decir, porque una sociedad que no está sujeta a las pasiones y pulsiones humanas, como la envidia y la avaricia, y las necesidades de tener propiedades y de explorar, de enfrentarse a lo desconocido, por poner varios ejemplos, no es en realidad una sociedad. Y en medio esta perfección social, climática y geográfica enmarca Moro un urbanismo también perfecto, de ciudades iguales, matizadas tan sólo por la orografía, cuadradas y equidistantes unas de otras. Y yo me pregunto, ¿es posible esto? ¿Es también utópico este urbanismo? La ciudad hipodámica tiene más de dos mil años, hasta ahí, bien; y en algunos sitios han llevado la trama cuadriculada hasta el extremo, como en San Francisco. No estaríamos pues en el territorio de la utopía. ¿Y la equidistancia? Las ciudades nacen emplazamientos que cumplen ciertos requisitos: presencia de agua, de tierra fértil, fácilmente defendibles, etc. Las ciudades no se distribuyen regularmente, pues la naturaleza no es regular. De modo que la ubicación de las ciudades que describe Moro sólo es posible en una naturaleza utópica. En cambio la tipología edificatoria sí es real: casas unifamiliares adosadas con un jardín trasero. Son el segundo elemento no utópico del texto.
Imagen: Santo Tomás Moro. Fuente: https://es.wikipedia.org
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