LA CIUDAD EN LA CUBIERTA

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Nuestra utopía en Medellín surge tras el estudio de los problemas que veíamos en la ciudad. Entre ellos, los que consideramos más importantes son: la falta de vegetación integrada en la ciudad, que la única función de la calle sea ser el soporte del coche, demasiada heterogeneidad en las manzanas (en una misma manzana podemos encontrar tanto rascacielos como edificios de tres plantas), la carencia de relación entre el río y la ciudad, y la gran compactación que impide que haya suficientes espacios para reunirse. Nuestra propuesta consiste en cambiar los viales para tráfico rodado por zonas verdes, y cambiamos el transporte privado por el transporte público y ecológico. La calle pasa de ser el lugar para los coches para ser el espacio natural para la relación social, donde poder hacer deporte, otras actividades, exposiciones… En cuanto al río decidimos introducirlo en la ciudad creando unos espacios en los que el río se sale de sus límites. En estas zonas se fomenta la relación social con actividades acuáticas, zonas de paseo y de descanso. Respondiendo al problema de duplicar la población hemos decidido homogeneizar las manzanas introduciendo edificios de 6 o 7 plantas generalmente y algunos rascacielos. En algunas zonas se incluyen superbloques uniendo dos o tres manzanas colindantes. Este tipo de grandes edificios residenciales funcionan gracias a la incorporación en las últimas plantas de equipamientos comunitarios, zonas de ocio y de comercio. Realizamos algunas conexiones desde la cubierta de los edificios con las manzanas colindantes, fomentando la circulación sobre las cubiertas y el empleo de estas como zonas de ocio y relación, a modo de plaza en las alturas. Con la propuesta que realizamos solucionamos el problema de la presencia del coche colocando el transporte público de forma subterránea. El resultado es una ciudad eficiente, interconectada desde la cubierta, con más vida social en las calles, el aire más puro, una ciudad más ecológica y sana.